Para poder decir si la globalización afecta a la identidad nacional antes debemos contestar la siguiente pregunta: ¿Qué es la globalización? Como todas las cosas importantes de la vida es muy difícil definirla con exactitud por medio de palabras. Es más fácil acercarnos a ella a través de sus efectos. La globalización provoca que en todo el Mundo se consuma la misma bebida, se use la misma ropa, se escuche la misma música y se ocupe la misma tecnología. Hace que la parte moderna de las ciudades sea tan parecida a las de otras que estas pierden por completo su autonomía, sus costumbres y lo más importante el habla que es sustituido en muchos habitantes por un lenguaje común como por ejemplo “¿OK?”. Esta es causa directa del deterioro de nuestra identidad cultural. El lenguaje es un instrumento de socialización imprescindible para lograr distinguir al individuo entre diversas culturas y para adaptarlo al mundo social.
Sin embargo en la actualidad se ha llamado globalización a un proceso político, económico, social y ecológico que está teniendo lugar a nivel mundial y que tiene perfiles positivos y negativos. Presenta indudables ventajas para el desarrollo económico de las pequeñas y medianas empresas, pero son las grandes empresas internacionales las que tienen de su lado las reglas del mercado.
Todo país tiene una cultura distintiva a las demás que lo hace especial y único, con tradiciones y costumbres.
Hoy en día la globalización se ha apoderado de todas las naciones a causa del expansionismo de mercados, industrias y empresas y han sobrepasado fronteras y ha manipulado a todo el Mundo haciendo que este se base en economía y así se van integrando distintas economías nacionales en el Primer Mundo Capitalista.
El hombre es tan solo un pequeño grano de arena ante la inmensidad de las tecnologías que se han impuesto para dominar a los otros. Nos hemos vuelto dependientes a ella y la autenticidad se ha perdido
El desarrollo de la sociedad en la información desempeña un papel fundamental mediante el establecimiento de redes internacionales que conectan a multitudes de personas lo que ha contribuido a crear una nueva economía mundial que traspasa fronteras.
La cara oscura de la globalización es que si las inclinaciones globales persisten podrían generar resistencia y perturbación política y social, pues la globalización toma al individuo como un objeto económico donde el interés se centra en el mercado y el capital. Esto produce la división de los grupos humanos en tres categorías: los que globalizan, los que son globalizados y los que son excluidos de la globalización a causa de la precariedad lo cual tiene como consecuencia una violación a los derechos económicos y sociales.
Se ha olvidado que el avance tecnológico no provoca un avance en la Humanidad: hoy los medios de comunicación viven una verdadera revolución informática y han mejorado muchísimo, pero la comunicación en sí no. Por ejemplo enviar un e-mail a un amigo no es relacionarse con él, chatear a través de Internet no implica conocer vida, sentimientos ni pensamientos.
La búsqueda de la comodidad material a cualquier precio del tener cada vez más, de poseer cada vez mejores autos y electrodomésticos nos ha convertido en esclavos y ha hecho que se destruya la identidad cultural que nos distingue de muchas otras culturas. Las fronteras tradicionales se están desvaneciendo dando nacimiento a nuevas organizaciones cuya unión es sólo a nivel económico.
En el proceso en el que estamos viviendo se da mucha importancia a lo económico y muy poca a los valores sociales que caracterizan a una nación. Hemos de recuperar la iniciativa y la mejor forma es tener una idea muy clara de lo que es el ser humano, sus valores y cual es su sitio que le corresponde en la sociedad y en la naturaleza.
Debemos potenciar la cultura, debemos conocer la historia para extraer de ella los valores sociales que forman parte de la identidad cultural y liberarnos de la esclavitud tecnológica a la que hoy estamos sometidos, tenemos que dejar de refugiarnos en la masa y tratar de cambiarnos a nosotros mismos primero, si realmente queremos cambiar el mundo y ser dignos de una cultura.
La globalización afecta a la identidad nacional haciendo que esta pierda su esencia, su habla y costumbres autónomas. La característica expansionista de la globalización hace que se elimine toda distancia, pues el comercio tecnológico y el capitalismo las destruyen y ha generado competencia mundial ya que favorece el esparcimiento de productos y servicios diversos.
La globalización es un arma de doble filo. No es mala en si, sino que depende del uso y de la finalidad que se pretenda con ella. Lógicamente la mejora en los transportes y las comunicaciones ha permitido un flujo de información entre todos los seres humanos, y eso es muy bueno, siempre que podamos asimilar lo que recibamos y no perdamos nuestras raíces que forman parte de la identidad cultural.
Sin embargo en la actualidad se ha llamado globalización a un proceso político, económico, social y ecológico que está teniendo lugar a nivel mundial y que tiene perfiles positivos y negativos. Presenta indudables ventajas para el desarrollo económico de las pequeñas y medianas empresas, pero son las grandes empresas internacionales las que tienen de su lado las reglas del mercado.
Todo país tiene una cultura distintiva a las demás que lo hace especial y único, con tradiciones y costumbres.
Hoy en día la globalización se ha apoderado de todas las naciones a causa del expansionismo de mercados, industrias y empresas y han sobrepasado fronteras y ha manipulado a todo el Mundo haciendo que este se base en economía y así se van integrando distintas economías nacionales en el Primer Mundo Capitalista.
El hombre es tan solo un pequeño grano de arena ante la inmensidad de las tecnologías que se han impuesto para dominar a los otros. Nos hemos vuelto dependientes a ella y la autenticidad se ha perdido
El desarrollo de la sociedad en la información desempeña un papel fundamental mediante el establecimiento de redes internacionales que conectan a multitudes de personas lo que ha contribuido a crear una nueva economía mundial que traspasa fronteras.
La cara oscura de la globalización es que si las inclinaciones globales persisten podrían generar resistencia y perturbación política y social, pues la globalización toma al individuo como un objeto económico donde el interés se centra en el mercado y el capital. Esto produce la división de los grupos humanos en tres categorías: los que globalizan, los que son globalizados y los que son excluidos de la globalización a causa de la precariedad lo cual tiene como consecuencia una violación a los derechos económicos y sociales.
Se ha olvidado que el avance tecnológico no provoca un avance en la Humanidad: hoy los medios de comunicación viven una verdadera revolución informática y han mejorado muchísimo, pero la comunicación en sí no. Por ejemplo enviar un e-mail a un amigo no es relacionarse con él, chatear a través de Internet no implica conocer vida, sentimientos ni pensamientos.
La búsqueda de la comodidad material a cualquier precio del tener cada vez más, de poseer cada vez mejores autos y electrodomésticos nos ha convertido en esclavos y ha hecho que se destruya la identidad cultural que nos distingue de muchas otras culturas. Las fronteras tradicionales se están desvaneciendo dando nacimiento a nuevas organizaciones cuya unión es sólo a nivel económico.
En el proceso en el que estamos viviendo se da mucha importancia a lo económico y muy poca a los valores sociales que caracterizan a una nación. Hemos de recuperar la iniciativa y la mejor forma es tener una idea muy clara de lo que es el ser humano, sus valores y cual es su sitio que le corresponde en la sociedad y en la naturaleza.
Debemos potenciar la cultura, debemos conocer la historia para extraer de ella los valores sociales que forman parte de la identidad cultural y liberarnos de la esclavitud tecnológica a la que hoy estamos sometidos, tenemos que dejar de refugiarnos en la masa y tratar de cambiarnos a nosotros mismos primero, si realmente queremos cambiar el mundo y ser dignos de una cultura.
La globalización afecta a la identidad nacional haciendo que esta pierda su esencia, su habla y costumbres autónomas. La característica expansionista de la globalización hace que se elimine toda distancia, pues el comercio tecnológico y el capitalismo las destruyen y ha generado competencia mundial ya que favorece el esparcimiento de productos y servicios diversos.
La globalización es un arma de doble filo. No es mala en si, sino que depende del uso y de la finalidad que se pretenda con ella. Lógicamente la mejora en los transportes y las comunicaciones ha permitido un flujo de información entre todos los seres humanos, y eso es muy bueno, siempre que podamos asimilar lo que recibamos y no perdamos nuestras raíces que forman parte de la identidad cultural.
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