Es un poema escrito por San Juan de la Cruz pertenece a la literatura religiosa del siglo XVI y en el se plantea el “alto estado de la perfección” que experimenta el alma al unirse con Dios en un proceso místico de amor y perfección por el “camino de la negación espiritual” que simboliza la negación activa del alma a lo sensible, el absoluto vacío espiritual.
La noche es oscura y simboliza los obstáculos por los que el alma debe pasar para purificarse y unirse con Dios, es el camino que recorre el alma del poeta para purificarse y estregar todo su ser al Amado, y sentirlo dentro de sí, se despoja de todo para fundirse con Dios, el Amado y entregar su vida a Él haciéndose religioso.
La noche es el momento en el cual el alma del hombre sale de la etapa purgatoria para ingresar a la siguiente etapa, la lumínica que le llevara a la perfecta unión con Dios, una vez que ya se purificó, es la luz interior la que le señala el camino hacia Él.
El hablante lírico es el alma del hombre quien entra en proceso de sumisión a Dios. Esta alma está ansiosa de reencontrarse con Dios y ha pasado por la vía purgativa lo que en el poema se habla de salir estando ya su casa sosegada, alejándose de toda tentación y de todo lo terrenal, lo que significa que salió del purgatorio purificada, sin pecado alguno y digna para la última etapa unificadora en el encuentro con el Amado, ya nada puede distraer al alma para su tan anhelada unión.
El Amado es Dios quien transforma al alma del hombre en una nueva y ahora Éste vive dentro del ser, “Amada en el Amado transformada”, y lo convierte en alguien dedicado absolutamente a la vida religiosa. Renuncia a sí mismo y a todo lo terrenal porque Dios ocupa todo su ser, su alma se vacía, se desnuda y alcanza el máximo estado de perfección con esperanza, fe y amor.
San Juan de la Cruz deja plasmado en su obra que el amor y la iluminación interior es el camino directo hacia Dios. Tiene a Dios muy dentro de sí, de acuerdo a la manera que tiene de nombrarle a lo largo del poema, su alma está fundida con Dios. Ahora vive para Él y por Él pues Dios llena su ser.