jueves, 24 de mayo de 2007

Carencia de un ejemplo digno de imitar

La juventud es la etapa en la que debemos construir nuestra identidad, encontrar el lugar que nos compromete en la sociedad y afianzarnos. Por ello, es muy importante el rol que asuman nuestros padres. Si bien es la edad de los grandes ideales, se debe dotar a los jóvenes de un pensamiento crítico que les permita salir del conformismo, del presentismo y de la desesperanza.
El sábado recién pasado cuando estaba con un amigo presenciamos un asalto y derivado de eso comenzamos una conversación que planteaba la falta de modelos en los jóvenes y a partir de esto, surgieron estas interrogantes: ¿Por qué los jóvenes necesitan un modelo digno de imitar? y ¿Cuáles son las consecuencias de no encontrarlo?; y voy a ver si consigo contestarlas en esta ocasión.
Todos los jóvenes necesitan personas-modelos de su propia comunidad con los que puedan identificarse con facilidad y hacia quienes miran como líderes. Necesitan otros jóvenes que sean capaces de mejorar su autoestima y proporcionarles una perspectiva positiva y unas metas dignas de ser alcanzadas (sean personales o de sus comunidades). Necesitan una inyección de motivación y, al mismo tiempo, las habilidades sociales para poder conseguirlo. Los jóvenes necesitan que alguien les muestre las oportunidades que ofrece la sociedad para su desarrollo personal o profesional para aspirar a lo más alto. De lo contrario se les dificultará el pleno desarrollo de su identidad, fundamental para ser parte de la sociedad y carecerán de motivaciones.
Desde niños cuando estamos en la etapa de aprendizaje y a la vez despertando al mundo necesitamos parámetros, guías o modelos para conocer y vivir nuestras propias experiencias. De tal manera que nuestros primeros modelos son nuestros padres, hermanos y gente que conforma nuestra nido familiar, en ese contexto el niño empieza a imitar lo que hacen sus mayores, gestos, actitudes, formas de hablar, de vestir, etc y van a ir conformando su identidad. Esto es inherente en el ser humano y por una necesidad de aprendizaje y de adaptarse a la sociedad, como en el pequeño pajarillo que aprende a emprender el vuelo imitando as u madre, o la yegua que enseña a caminar a su potrillo.
Sin embargo a veces estos modelos no son lo suficientemente aptos y están reñidos en conceptos inmorales o simplemente no existen. Por ejemplo el niño que se desenvuelve en una familia de extrema pobreza y delincuencia las consecuencias obviamente serán desastrosas, pues a a medida que va creciendo va conformando su visión del mundo que le toca enfrentar. Este joven se da cuenta rápidamente que no hay modelos dignos de imitar dado que la sociedad de la cual el forma parte en vez de encontrar causes para sus metas son aplastados por adultos corruptos que en vez de tener más virtudes tienen más defectos. En esa búsqueda incesante por buscar algo consecuente, termina por caer en un abismo donde no toca fondo y se desorienta cayendo en la drogadicción, en el alcohol, para alejarse de la realidad y vivir un mundo de fantasías como una forma de evadirse.
Hay una falta de valores y principios, de modelos, en nuestra sociedadenferma donde no hay metas claras, hemos caído en una especie de ley de la selva donde predomina el más fuerte no importando el vencido, creando una insensibilidad ante el dolor humano. Entonces, ¿Que nos deparará el futuro? en estos momentos es difícil responder a esto ya que estamos viviendo un fase que según los entendidos es una etapa que tiene que vivir la humanidad dado que el problema es a nivel mundial hasta que por saturación o por exceso el hombre pueda alguna vez reaccionar y revertir el proceso.
La escasez de líderes dignos de imitar en el mundo, donde los jóvenes puedan tenerlos como un modelo han hecho que sigan a quienes no tienen la suficiente moral para servir como un arquetipo, sin embargo estos es lo que hay.
El papel que le va a corresponder a la juventud es importantísimo para este futuro cambio, he ahí la importancia de reeducar al joven en base a principios, valores, volver a motivarlo, volver a mostrarles las oportunidades que les ofrece la sociedad, porque si existe una ley de ciclos donde se viven diferentes etapas civilizadoras con sus nacimientos, desarrollo y decadencia- esta claro que ahora estamos viviendo una decadencia- por lo que debemos inspirarnos nuevamente en aquellas cosas que hicieron grandes a los pueblos, sus modelos dignos de imitar.Tenemos que volver a crear el nuevo arte, la nueva ciencia, una nueva pedagogía donde se resalte especialmente en los jóvenes el espíritu del héroe,¿Por qué héroe? Héroe porque es aquel que es capaz de renunciarse a si mismo en bien de los demás porque además es valiente y esta inspirado por Dios (que hoy también se encuentra distorsionado). Jamás los cambios en etapas de crisis se a hecho con cobardes e indecisos, sino con líderes, con ejemplos de vida. Ya lo dijo William Shakespeare. “El cobarde muere mil veces, el valiente una”.
Aún así tengo la esperanza y la convicción por el papel que me corresponde jugar en el futuro como parte de esta sociedad de aportar al cambio por mínimo que sea en pro de una nueva sociedad rica en morales y modelos siendo tarea de todos nosotros encontrarle un punto final ahora. La nueva era que se avecina debe ser mejor.

1 comentario:

Hugo dijo...

Este texto me parece muy bien logrado, y se nota que cumpliste plenamente el objetivo que te propusiste al redactarlo...¿Felicitaciones!
eL pROFE

SWIRLY


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